jueves, 7 de mayo de 2015

BENEFICIOS DEL SOL PARA NUESTRO CABALLO

¿Sabías que gracias a la luz solar nuestro organismo es capaz de absorber de forma correcta el calcio y el fósforo en el intestino, y favorece su reabsorción en los huesos?

Los motivos por los que siempre apoyo la idea de mantener un caballo por lo menos durante el día fuera del box no es sólo porque el caballo necesite moverse, sino también porque existen otros factores que favorecen su salud y que son muy importantes a nivel fisiológico. Esto que explicaré a continuación no ocurre sólo en caballos, sino en todas las demás especies, incluida la especie humana.

El Ca (Calcio), como muchos de vosotros ya sabréis es un catión FUNDAMENTAL, puesto que interviene en procesos como:

-       En la integridad esquelética: Es decir, en la mineralización del hueso.
-       En la transmisión del impulso nerviso: Sinapsis.
-       En la contracción muscular.
-       En la coagulación de la sangre: Hemostasia.
-       En la interacción de la hormona receptor: 2º Mensajero
-       En la activación de enzimas.

Es decir, si tenemos un déficit de calcio o hipocalcemia puede desencadenar graves problemas a largo plazo como puede ser la osteoporosis.

El calcio se encuentra en mayor concentración en los huesos (Extracelular, en forma de Cristales de hidroxiapatita). El resto de calcio está intracelular y en líquidos extracelulares.

-       REGULACIÓN:

A través de los huesos; que sirven como almacén de calcio. Hay un intercambio permanente con el líquido extracelular. Cuando se necesita calcio en sangre, los cristales de calcio pasan a calcio soluble, por lo que viajan en sangre.

A través del tracto gastrointestinal; se absorbe calcio. A través de la dieta. Pasa a las células intestinales donde interviene la VITAMINA D.

A través del riñón; también se produce la reabsorción de calcio en caso de hipocalcemia, ya que se excretará menos por orina para retener más cantidad de este catión.  En este caso, esto se regula a través de la Paratiroides.

La glándula tiroides que se encuentra sobre la tráquea controla el hipo e hipertiroidismo, mientras que las glándulas paratiroideas que se encuentran por detrás de los lóbulos tiroides controlan a través de la paratohormona (PTH) que como ya he hablado antes, facilita la absorción del calcio y fosfato en el intestino.





Y os preguntaréis qué relación tiene el sol con el Calcio:

Cuando nuestra piel recibe radiación (Luz ultravioleta) se forma la molécula inactiva: COLECALCIFEROL. (Pocos alimentos tienen la cantidad suficiente de este, por esto es tan importante la luz solar en el proceso). El Colecalciferol se activa para formar vitamina D3 de la siguiente manera:

Primero viaja en sangre hasta el hígado donde se produce una primera hidroxilación (En el C-25 de la molécula), y en segundo lugar después de esta pasa a tener una segunda hidroxilación en el riñón (En el C-1).

Después de esto se forma el compuesto activo: Vitamina D activa: 1,25 Dihidroxicolecalciferol. La vitamina D no sólo controla el metabolismo del calcio que como ya hemos visto es ESENCIAL aumentando la absorción del intestino del calcio intestinal y la movilización del calcio óseo, sino que también tiene muchos otros efectos en todo el organismo.




-       Los efectos de la Vitamina D:
Incremento de la absorción intestinal de calcio.
Actúa en las células de la mucosa gastrointestinal.
Estimula la síntesis de una proteína que es fijadora de calcio. Por lo que favorece la entrada de calcio a las células intestinales.
Activa el crecimiento; Minereliza el cartílago en la placa de crecimiento óseo y promueve la calcificación ósea.
Incrementa la reabsorción de calcio y fostato en el riñón.



Así que… Ya sabéis cómo actúa el sol en el metabolismo de vuestro animal. 


No dudéis en sacar a vuestro caballo del box aunque sea para andar 5 minutos, y ya sabéis que si hace sol mejor aún. ¡Le estaréis ayudando más de lo que creéis, y además le haréis muy feliz!



¡Gracias a todos por leerme!

lunes, 16 de marzo de 2015

LAMINITIS O INFOSURA

Desde el principio de los tiempos los caballos han sido utilizados como herramientas de trabajo con una alimentación basada en pastos, hierbas y dependiendo de su suerte algunos cereales.  Con el paso de los años los caballos se han convertido no sólo en “animales de compañía” sino que muchos de ellos en verdaderos atletas.

Esta alimentación primitiva es la base de la dieta que se sigue utilizando para todo tipo de caballos, aunque en el caso de los atletas también se administran piensos compuestos que mejoran su rendimiento, puesto que la demanda física que requieren se ha visto muy aumentada y una dieta natural basada en pastos no es capaz de generar la suficiente energía.

Para administrar una buena base alimenticia es fundamental incluir cereales y derivados en las dietas de estos animales (Tanto de trabajo como de deporte). Lo ideal sería contar con la ayuda de un nutricionista, especializado en dietas de caballos de deporte; ya que son animales que se estresan fácilmente, no todos se adaptan correctamente a los cambios bruscos y, por desgracia, sufren mucho a nivel gastrointestinal.

Una de las enfermedades que más tememos los jinetes y/o propietarios es la conocida como Laminitis o Infosura. Es una enfermedad metabólica cuyo resultado final puede ser la separación del casco de la extremidad. Los síntomas pueden variar desde una ligera cojera, hasta la invalidez completa del animal.

El organismo trata de adaptarse con mejor o peor fortuna a las secuelas de la ruptura de la unión de las laminillas del pie con las del casco. Toda esta unión se ve reemplazada por un tejido amorfo de naturaleza cicatricial que proporciona cierta sujeción. Dependiendo de la gravedad de la infosura y de la rotación del hueso tejuelo, el tejido cicatrizal puede suplir con bastante éxito el engranaje de los cascos.

A mayor grosor del tejido cicatricial, menor es la estabilización del casco. Por el contrario, muchas infosuras con poca rotación y poco tejido cicatricial pasan desapercibidas para la mayoría de propietario.


EL CASCO:

El casco del caballo  está formado por un tejido llamado queratina la cual se produce constantemente y permite que el casco tenga cierta elasticidad de expansión  para soportar el peso del equino y repartir las fuerzas de golpe en el mismo. Presenta  dos estructuras, una lámina sensitiva y una no sensitiva. En la  sensitiva se encuentran  gran cantidad de nervios   y vasos sanguíneos los cuales nutren al casco de sangre aportando al mismo de nutrientes para su desarrollo y mecanismos de defensa en casos de inflamación o de infección. En la no sensitiva encontramos una zona totalmente diferente donde no hay inervación ni irrigación sanguínea, es la zona donde se colocan las herraduras y los clavos sin dañar al casco, y que sirven para protegerle. 


Lo que sucede cuando un caballo queda infosado es que las laminillas que proporcionan sujeción al hueso tejuelo se dañan, perdiendo funcionalidad y por lo tanto dejando “caer” esta tercera falange, lo que recibe el nombre de rotación del hueso tejuelo.









El casco está irrigado por la arteria digital, que penetra por la cara posterior del casco, formando los diferentes plexos arterio venosos que irrigan los diferentes tejidos especializados dentro del casco. Esta arteria emite prolongaciones hacia el borde marginal de la tercera falange formando la arteria circunfleja; es responsable de patologías causadas por malos aplomos, herraje inadecuado…  






Las causas pueden ser muy variadas, pueden darse infosuras por un exceso de comida, cólicos, sobreesfuerzos, estrés e incluso por un mal herraje. Lo que ocurre por ejemplo, en un caso extremo de infosura causada por un cólico es que en el propio intento de recuperarse del organismo, las mucosas del intestino, afectadas por una impactación o por una torsión liberan endotoxinas que viajan en sangre llegando hasta estos vasos que irrigan las laminillas. Una vez allí estas toxinas quedan en el casco necrosando los vasos y causando daños en su estructura.  




No todas las laminitis conllevan una rotación del hueso tejuelo. Pero sí pueden causar mucho dolor, cojera y un aumento de la temperatura en las extremidades afectadas. 

Cuando sí existe rotación del hueso tejuelo, el eje podofalangeano se ve alterado:  





En las siguientes imágenes os muestro un caso de laminitis, un artículo publicado por GABINO. Un profesional en el ámbito del herraje y la forja.





Tras varios herrajes correctivos el aspecto del casco es completamente distinto:


miércoles, 14 de enero de 2015

PAUTAS CORRECTAS DE VACUNACIÓN EN EQUINOS


Tras publicar la importancia de las desparasitaciones, no podía faltar una guía sobre las enfermedades y las vacunas que están a la orden del día.  

Lo primordial que debemos saber acerca de las vacunaciones y sus pautas es saber de qué estamos vacunando a nuestro caballo.

Generalmente, las vacunas que se administran son las de las enfermedades más corrientes y que de infectarse pueden ser muy perjudiciales e incluso letales.

Las vacunas como todos sabemos no son una cura, sino un medicamento que ayuda a prevenir enfermedades. En caballos lo más habitual es vacunar contra la influenza (gripe) y contra el tétanos; aunque también es aconsejable la vacunación frente a la Rinoneumonitis equina. Las vacunas que necesita un animal dependen de las características del mismo y de la zona donde viva.

Influenza: La influenza o gripe está provocada por un virus (Orthomixovirus tipo A) , y aunque no es una enfermedad tan grave como las que mencionaré a continuación puede tener unas consecuencias graves. También es importante saber que es una enfermedad extremadamente contagiosa, por ello es necesaria la vacunación.  


El virus de influenza se multiplica en las células epiteliales del tracto respiratorio superior e inferior, produciendo una inflamación de las mucosas con descarga nasal y tos severa.






Tétanos: Es una enfermedad causada por una toxina, que es producida por una bacteria anaeróbica obligada, Clostridium tetani. La bacteria vive en el suelo, sobretodo en aquellos ricos en materia orgánica. Este microorganismo forma esporas para poder permanecer y sobrevivir en el medio ambiente. Es fácil que estas esporas penetren en el organismo del caballo a través de una herida profunda y contaminada. La toxina tetánica ataca a los nervios que controlan los músculos del cuerpo. Esto provoca un progresivo deterioro con rigidez y espasmos musculares. En casos avanzados el caballo caerá al suelo con espasmos, convulsiones y muerte por insuficiencia respiratoria.





Lo más común es administrar una vacuna que protege a la vez frente a la Influenza y al Tétanos en la misma dosis, por ello se sigue la misma frecuencia de vacunas con estas dos enfermedades.


Rinoneumonitis equina: Es una enfermedad de origen vírico producida por dos tipos diferentes de herpesvirus: EHV-1 y EHV-4. Mientras que el 1 produce problemas respiratorios, abortos, mortalidad perinatal y mieloencefalopatías; el 4 está asociado a patologías únicamente respiratorias.

 A pesar de los programas de vacunación su elevada incidencia, su rápido contagio y su amplia distribución hacen que esta enfermedad suponga un riesgo alto para la salud de nuestros animales.  
La entrada del virus es a través de las vías respiratorias, debido a una inadecuada inmunidad de la mucosa de esta zona.
El EHV-4 afecta a las vías aéreas altas del tracto respiratorio y su replicación es únicamente en la mucosa del epitelio y en el tejido linfoide de ésta zona. Sin embargo el EHV-1 puede propagarse, y puede llegar a invadir otros órganos; por lo tanto pueden aparecer otras alteraciones como abortos y muerte neonatal…





PAUTAS DE VACUNACIÓN:

La pauta de vacunación es aconsejable que sea la misma para las tres enfermedades, pero en yeguas de cría hay que vacunar de rinoneumonitis el mes 5º, 7º y 9º de gestación para prevenir abortos.

La pauta es vacunar de estas tres enferemedades cada 6 meses. Ya que si vacunamos de gripe cada 6 meses, se vacunará también de tétanos puesto que van unidas en la misma dosis. De la enfermedad de rinoneumonitis también se llevará esta pauta puesto que los resultados de muchas observaciones indican que la inmunidad por las vacunas frente a EHV-1/4 no dura más que unos cuantos meses.

Cuando vacunemos a un caballo por primera vez deberemos respetar las pautas de la primovacunación: Dos vacunas seguidas en un tiempo entre 1 y 3 meses. Esto debe hacerse con caballos que hace más de un año que se vacunó por última vez. De esta manera conseguiremos unos niveles adecuados de anticuerpos.  Después de la primo, se llevará una pauta de 6 meses como he comentado antes.

Es importante recordar que los caballos que estén en competición tienen por obligación  tener una correcta primovacunación y las vacunas correspondientes puestas y selladas correctamente en el LIC.



Por último recordar la importancia de la relación que existe entre las desparasitaciones y la vacunación. Lo ideal es vacunar días después de haber desparasitado, puesto que si eliminamos los parásitos la vacuna hará un mayor efecto.