miércoles, 2 de abril de 2014

"LA VERDAD SOBRE LOS PERROS" Por Luis Cenisergue Romero.

Ultimamente se han puesto muy de moda los programas (que prácticamente todo el mundo conoce) sobre adiestramiento canino; los más destacados son el famoso programa de César Millán y otro que se rueda aquí en España llamado Malas Pulgas.

Lo que se pretende en ambos es enseñar un mínimo de disciplina a nuestras mascotas, y sobre todo enseñar a los dueños cómo deben actuar y qué es lo que no deben hacer.  Si habéis estado un poco atentos, en la mayoría de los casos el problema principal es el propietario. Hay una frase que siempre voy a recordar, que la dijo César Millán en un vídeo sobre una campaña en contra del abandono:

-       “El perro refleja el comportamiento del humano” .  

Esta frase puede ayudarnos a comprender muchos de los problemas que tenemos con nuestras mascotas, y nos ayuda a darnos cuenta de dónde está el origen de los problemas.

Puesto que no soy adiestradora, y mis conocimientos sobre etología (Rama de la biología que estudia el comportamiento de los animales en el medio en el que se encuentran) son escasos, decidí pedir ayuda a alguien que realmente sabe sobre estos temas; etología, psicología canina, adiestramiento… Y tiene bastantes más años de experiencia:


“LA VERDAD SOBRE LOS PERROS”

Llevo tiempo dándome cuenta de que el mundo de los perros ha entrado en una espiral de sin razón por parte de muchos propietarios. De hecho, cada vez más; sobre todo por parte de algunos colectivos que se hacen llamar así mismos “animalistas”.

El problema principal viene dado habitualmente por la forma de vida que el propietario le provoca día a día a su mascota, generada sin duda por su buena fe y el amor hacia esta.  Mucha gente se empeña en ver a su perro como una proyección de sí mismo, e intenta ofrecerle unas comodidades que se creen beneficiosas para él, en cambio, la minoría ofrece a su perro la vida que verdaderamente necesita. Por mucho que nos empeñemos e intentemos llenarlos de lujos y comodidades un perro no es “un niño”, y la mayoría de las cosas que les brindamos no las necesitan, de hecho suelen ser nefastas para su salud tanto mental como física, al igual que afecta negativamente para el desarrollo de su educación.

Ningún perro tiene la necesidad de dormir en la cama con su dueño, ni dormir la siesta en el sofá, y mucho menos de comer en la mesa… Tampoco tienen la necesidad de comer 3 veces al día,  de llevar abrigos, recibir mimos y caricias constantemente… Y  un largo etc; puesto que estas cosas tienen más que ver con las cosas que hacemos con un niño pequeño.

Desde mi punto de vista, todas estas cosas perjudican a su estado psicológico y afectan a su equilibrio mental. El perro, es un animal muy adaptable, y puede ser feliz en casi cualquier entorno. Por ejemplo, los perros de trineo de los esquimales, pasan su vida entera atados, ya sea al trineo o a unas picas para dormir en plena nieve. Pues bien, estos perros son absolutamente felices, y quien piense que un Siberian Husky o un Malamute o similar, es más feliz tumbado a sus pies al lado de una calefacción debería replantearse seriamente el tener un perro. De hecho, muchas de las prácticas habituales en el cuidado de las mascotas se aproxima más a maltrato animal que a los buenos cuidados.

He conocido muchos casos de perros absolutamente desquiciados por el modo en que viven, y curiosamente todos ellos tienen un mismo denominador común: La sobreprotección. Jamás he conocido a un perro de campo, o de trabajo con las patologías psicológicas que suelo ver en los perros que viven como mascotas.

La timidez, agresividad, ansiedad por separación, agorafobia, hiperactividad… etc. Suelen darse en perros en los que la sobreprotección, la falta de actividad, la falta de disciplina y el no poder desarrollar sus instintos; está presente.
Evidentemente, no todos los perros son problemáticos ante estas situaciones; normalmente dan problemas los más temperamentales, activos, dominantes y en definitiva, los que tienen sus instintos más a flor de piel. Hay perros apocados y muy dependientes, aquellos que no se separan ni un minuto del dueño y éste equivocadamente suele pensar que la razón es que su mascota le quiere mucho, cuando en realidad lo único que busca es protección para sentirse bien. Este tipo de perro sino se le acostumbra adecuadamente desde cachorro, suele dar problemas de ansiedad por separación, pero por lo demás acostumbran a ser obedientes, poco peleones, y con poco tendencia a alejarse de su dueño. Pero es su falta de instintos, y temperamento lo que le hace ser así, no la educación que se le procura.

Todo lo contrario sucede con perros dominantes y temperamentales, y sobre todo los machos.
Aquellos dueños que dicen que a su perro le encanta salir a pasear, son desobedientes, peleones y que les encanta vagabundear por el parque; no es sino una necesidad que tienen de explorar lo que ellos consideran su territorio, marcarlo, desafiar a otros machos y controlar todos los olores. En realidad, el paseo para ellos es eso, ir a vigilar su territorio, y el dueño es un mero miembro de la manada que lo acompaña. Este tipo de perro, si tiene un propietario deportista, activo, que acostumbra a hacer ejercicio con él y además le impone disciplina, no suelen dar problemas, de hecho suelen ser los más equilibrados. Pero cuando estamos en la situación contraria, estos perros se miden continuamente con el dueño, y si se le deja, se hará el jefe de la casa, amenazará e incluso agredirá con tal de salirse con la suya.

La reacción inmediata a este suceso es decir que el perro es agresivo, está loco o cualquier barbaridad antes de analizar la situación. Se nos olvida otra vez que son perros, y ellos establecen su jerarquía mediante agresiones. El jefe mantiene a raya a sus subordinados mediante amenazas y llegado el caso, mordiscos.

-“ Son PERROS y hacen cosas de PERRO.”

Otro problema muy común son los perros destrozones. ¿Quién no ha oído hablar, o ha sufrido un perro que destroza la casa de sus propietarios?. Estos casos, la mayoría de las veces, tienen que ver con la falta de actividad unida a la falta de autocontrol. Normalmente, son perros que desde cachorros se han acostumbrado a jugar continuamente. Sus dueños también se lo pasan bien viendo a sus mascotas jugar, y motivo de ello es que les llenen la casa de juguetes, sin pensar que lo que ocurre es que el perro no tiene el concepto que tienen las personas de juguete; sus juegos no son otra cosa que desarrollar sus instintos de caza, presa y lucha, y para ellos es lo mismo una pelota, que un cojín, que una pelliza de conejo. Lo persiguen,  lo muerden, y si pueden: Lo destrozan. Esto es lo que haría en la vida salvaje cualquier animal.

La conclusión de esto esto que he descrito es para que la gente se mentalice de que lo que tienen es un perro; es muy recomendable aprender nociones básicas sobre psicología canina,   aplicarlas y tener en cuenta las necesidades reales de los perros.


                                                                                                        Luis Cenisergue Romero.


De nuevo dar las gracias a Luis por colaborar con New Vet Project.