domingo, 16 de noviembre de 2014

Uso de aceites en la dieta de nuestro caballo

Desde hace tiempo se puso de costumbre añadir suplementos alimenticios a la dieta de nuestros caballos, como ocurre en el caso de los aceites en el que en muchas ocasiones no está muy claro la finalidad del uso de estos. Se suelen utilizar porque “mejoran el pelo del caballo” o porque “ayudan a engordar”. Lo primero que debemos de tener claro es que el aceite es ante todo una buena fuente de energía.

 
Hay caballos que por su carácter, por problemas físicos o simplemente porque participan en disciplinas que requieren mucho esfuerzo necesitan una dieta especializada y por lo tanto rica en aceite para maximizar su rendimiento. Según las proporciones de almidón y grasa podemos “modificar” su carácter, puesto que si la dieta contiene más grasa que almidón notaremos un efecto "tranquilizante" en el caballo.  


Muchos optan por el aceite de maíz; pero según investigaciones está demostrado que el aceite de maíz y el de girasol se absorben con la misma eficacia; siendo este último más económico y se vende en envases más grandes.
 


El aceite no contiene los nutrientes necesarios para completar una dieta, pero sí que contienen nutrientes en los cuales los investigadores han centrado su atención: Contienen Ácidos Grasos y estos a su vez se dividen dos familias distintas: Omega 3 y Omega 6.

-La familia omega – 3 se origina a partir de ácido alfa – linolénico (ALA).
-La familia omega – 6 se origina a partir del ácido linoleico (LA).
ALA y LA son considerados como ” ácidos grasos esenciales”, ya que a pesar de ser fundamentales para la vida, no se pueden fabricar en el cuerpo y deben obtenerse de los alimentos.
Miembros importantes de la familia omega- 3 son el ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA). Curiosamente, el cuerpo del caballo puede convertir ALA (si hay cantidad suficiente en el alimento) en EPA y DHA.
La falta de EPA y DHA en las dietas de equinos es comprensible, ya que estos dos ácidos grasos se encuentran casi exclusivamente en el pescado. Por otro lado, se encuentran predominantemente en las plantas de hoja, componentes más tradicionales de las dietas de equinos que los subproductos de pescado (harina de pescado o aceite de pescado). El aceite de linaza (la semilla del lino) es también una fuente de ácidos grasos omega- 3.
La principal fuente de ácidos grasos omega- 6 en la dieta es el LA, componente de los aceites de semillas y granos. Maíz, girasol y cártamo contienen cantidades abundantes de LA.


Como ya he dicho antes el aceite a nivel nutrientes, aporta más bien poco a la dieta. Se sabe además que cuando se produce energía utilizando como fuente el aceite, se generan radicales libres como subproducto, así pues, será recomendable añadir a la dieta vitamina E, un antioxidante que ayudará a reducir los efectos oxidativos antes señalados.
 
 




 Un equilibrio correcto entre el Omega 3 y 6 es imprescindible para que ambos sean efectivos. Cada tipo de ácido graso es necesario para la producción y distribución de los tipos de hormonas denominadas prostaglandinas. Las prostaglandinas, que son producidas debido a la ingesta de ácidos grasos Omega 3 y Omega 6 tienen efectos diferentes en los procesos de la inflamación del cuerpo. Además de este marcado efecto en las reacciones que produce la inflamación en el cuerpo, los ácidos grasos Omega 3 y 6 ayudan a mantener la estabilidad en la membrana de las células, al desarrollo del tejido del sistema nervioso y a sus funciones, a la motilidad del oxigeno y a las funciones del sistema imnunológico.
 
Una dieta incorrecta:
 
  • Los cereales y piensos comerciales contienen más ácidos grasos Omega 6 que Omega 3, lo que puede ser perjudicial si el caballo recibe una ración con mucho pienso y poco forraje. Los caballos en trabajo fuerte, como caballos de carreras o ponis de polo y a veces yeguas lactantes que no mantienen bien su peso, tienen que recibir mucho pienso y por tanto pueden necesitar otras fuentes de ácidos grasos Omega 3.

Las dietas consistentes en sólo heno y avena han dejado de utilizarse, sustituyéndose por dietas más modernas que utilizan alimentos que naturalmente contienen una gran variedad de nutrientes. Esto en realidad es más parecido a como comía el caballo salvaje y más acorde con su naturaleza. Todavía queda mucho por aprender sobre cómo podemos utilizar las grasas Omega 3 y 6 en las dietas pero la idea de poder potenciar la salud del caballo sin utilizar medicamentos será algo posible en un futuro cercano.