martes, 21 de enero de 2014

Problemas de lordosis

Cuando de verdad te gustan los animales, sientes un amor incondicional hacia ellos. Vives por y para satisfacer sus necesidades. La entrada de hoy va dedicada al mundo de los caballos. Desde fuera siempre juzgan a los jinetes diciendo que todo el esfuerzo lo hace el caballo, que nosotros no hacemos nada ahí arriba, a lo que siempre contesto lo mismo: "Súbete y a ver si consigues dar dos vueltas seguidas a galope". Nadie sabe lo complicado que es hasta que lo prueba; más de una vez piensas en rendirte, en tirar la toalla y dejar que otro ocupe tu lugar... Pero luego lo piensas y sabes perfectamente que no podrías dejarlo, porque estás enganchado a ellos. Como si fuera una droga, pero una droga buena.

Luego por otra parte, si alguna vez has tratado con ellos, te das cuenta de que hay pocos animales más nobles. Y por eso hoy quiero dedicarles unos minutitos. Cuando me refiero a caballos nobles, me refiero a esos que trabajan todos los días con niños, los que soportan sus gritos, sus llantos... TODO. Ninguno de nosotros sabe la vida que ha llevado, si buena o mala, lo único que sabemos es que nos dejan subirnos y tener plena confianza en ellos.



El otro día visité un par de hípicas, porque me apetecía ver a viejos amigos y me encontré algo que no esperaba ver pero que por desgracia suele darse mucho(pocas veces se hace algo al respecto, ya sea para evitar meterse en líos o porque los trámites son tan lentos que al final no ves la salida del túnel). Era un caballo de escuela, estaba en su box. Me asomé por casualidad y me fijé en que tenía un dorso completamente hundido, como si hubiera llevado una silla con plomo durante toda su vida. Luego bajé la vista y me fijé en sus rodillas, llenas de bultos y en mal estado. El caballo parecía que tenía una edad bastante avanzada y como suele pasar, probablemente sufriría artrosis en sus cuatro extremidades.

Lo que más me impactó fue su dorso, como ya he dicho antes, totalmente hundido.. Para que os hagáis una idea la columna de un caballo está compuesta por 7 cervicales, 18 torácicas, 6 lumbares, 5 sacras y de 15 a 22 vértebras coccígeas. Una montura bien puesta no debe sobrepasar en su parte anterior a la zona de la escápula (ya que de esta manera, si toca la escápula puede producir dolor y limita el movimiento de las extremidades anteriores), y tampoco debe rebasar el límite constituido por la vértebra en la que se inserta la última costilla (Ésta vertebra es la última vértebra torácica, ya que la cantidad de costillas depende de la cantidad de vértebras torácicas). Esto viene bien para evitar de alguna forma casos como los que presento a continuación (aunque estos son casos ya bastante graves...); de todas formas más adelante abriré un post en el que explicaré cómo colocar bien la montura y de no hacerlo qué consecuencias negativas pueden darse. 






 





(Aquí observamos el dorso de un caballo de edad avanzada)




Y si encontramos a caballos con esta deformación en su columna... ¿Podéis imaginaros el dolor que debe de tener, y más aún cuando se le pone peso encima?  




(Muchos équidos pueden sufrir esta "lordosis" desde su nacimiento, indicándose como una patología; pero en otros casos esta patología se genera debido al poco cuidado del dorso y el trabajo inadecuado...) 

Lo que más me duele de ver caballos así,es saber que trabajan prácticamente a diario y de verdad que me resulta VERGONZOSO...  ¿De verdad un profesor de equitación no sabe un mínimo de bienestar animal? Un caballo que probablemente lleve toda su vida encerrado en un box, y que sus únicas salidas sean para llevar encima a niños (o adultos) que no dejan de dar tirones en la boca, y culetazos en la montura.

Estos caballos, o mejor dicho "SANTOS", se merecen un final que no sea seguir dando vueltas en una pista; ojalá todos ellos tengan la oportunidad de encontrar a alguien que les mantenga libres en un prado hasta que les llegue el momento de irse al cielo de los caballos.


3 comentarios:

  1. Me encanta el blog y como escribes.
    Esperando más entradas :)

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  2. Me encanta Lucía! La verdad es triste y tienes toda la razón... se me parte el alma cuando ves que los tratan como meros utensilios de trabajo, y ellos comi ángeles permiten que lo hagamos... siempre le digo a mis alumnos que si yo fuera caballo y me hicieran (siempre sinquerer claro) esas cosas por no tene cuidado estarían en el suelo todo el día!

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